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Más Abrazos // Jueves 19 Marzo, 2020 // #alimentacion, #consejos, #cuidados, #bebe
Si bien ningún alimento es dañino mientras se consuma de manera equilibrada, no es recomendable agregar azúcar y sal a la comida del bebé antes de los tres años, pues podrían acostumbrarse rápidamente a estos condimentos y con el paso del tiempo necesitar más para percibir los sabores de los alimentos.
Además, los niños pequeños prefieren los sabores dulces, por lo que una dieta con muchos azúcares podría propiciar que se rehúse a probar sabores distintos.
Los carbohidratos le aportan a tu bebé las calorías que necesita para tener energía. Sin embargo, el azúcar refinada es un carbohidrato con “calorías vacías”, es decir, cuando tu hijo la consume en forma de dulces, pastelitos, refrescos o jugos procesados, se llena rápidamente de energía, pero no de nutrientes.
En cambio, cuando consume otra clase de carbohidratos como cereales integrales, leche, verduras con almidón (como la yuca y las papas), legumbres y frutas, se llena de calorías que le dan energía, pero también vitaminas, minerales y proteínas; nutrientes esenciales para su desarrollo.
Si quieres añadir dulzura a su dieta las frutas son tu mejor opción, ya que contienen azúcares naturales en forma de fructuosa y glucosa; que le darán energía y nutrientes a tu bebé. Esto no significa erradicar por completo los dulces, caramelos o chocolates, está bien consumirlos, pero siempre con moderación.
Ten en cuenta que los riñones de tu bebé continúan desarrollándose, por lo que no es recomendable añadir sal a sus alimentos, ya que aún no están listos para filtrar grandes cantidades de sal.
El sodio, presente en la sal, es un nutriente esencial para la transmisión de los impulsos nerviosos y el funcionamiento normal de las células. Pero la sal no es la única fuente de sodio, este mineral se encuentra naturalmente en alimentos como la leche y la carne, así como en frutas y verduras.
La sal y el azúcar no son malas por sí mismas, lo que es malo para la salud es consumirlos en cantidades excesivas. Recuerda que una dieta balanceada que incluya alimentos en los que el sodio y los carbohidratos estén presentes de forma natural, es lo mejor para que tu bebé tenga toda la energía que necesita para crecer sano y continuar explorando el mundo.
Si tienes dudas sobre su nutrición consulta tu pediatra, él es el más indicado para ayudarte.
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