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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #embarazo, #bebe, #maternidad
Una de las primeras cosas que te vienen a la cabeza cuando piensas en un embarazo, es la pancita. En este sentido, es muy probable que sea uno de los cambios de tu cuerpo que más te preocupe. Existe mucha información alrededor, por eso nos centraremos en los tips esenciales.
Poco a poco irás notando que tu barriga es más grande, más redondita. Lo cierto es que cada mujer es un mundo. A algunas se les nota antes, a otras después, y en algunas ni te das cuenta de que están esperando un bebé hasta que está muy avanzado el embarazo.
Pero ¿qué es lo que la hace crecer o tener un determinado tamaño? Muchas mujeres piensan que es por el tamaño del bebé, pero en realidad, tiene que ver con el tamaño de tu útero y éste comienza a notarse comúnmente en el segundo trimestre.
También la pancita es vista como una esfera de cristal, por ejemplo, se piensa que dependiendo de qué tan redonda sea, puedes saber el sexo de tu bebé o que el tamaño de tu barriga está relacionado con el tamaño que tendrá tu hij@. Sobre esto, no hay información científica que los respalde, pero es parte de la mística que envuelve al periodo de gestación.
Físicamente serás más grande y al no estar acostumbrada, es posible que no quieras moverte o te dé miedo hacer ejercicio para no hacerle daño a tu bebé. Y sí, debes tener precauciones, pero tampoco mantenerte inmóvil. El mejor indicador para saber si algo anda mal es el dolor, sin embargo, a continuación te compartimos algunos tips preventivos:
El ejercicio es parte esencial para brindarte flexibilidad y control, pues deberás aprender a moverte correctamente porque la espalda y las piernas tendrán que cargar un peso adicional. En la postura de pie o sentada debes mantenerte lo más erguida posible, sin que te moleste el vientre, haciendo la pelvis un poco hacia delante, pero sin arquear los riñones ni contraer los músculos abdominales.
Dormir es delicioso, pero con la pancita que ahora tienes, es posible que no te sientas igual de cómoda en la posición que solías dormir. Hay varias opciones, por eso te compartimos todas para que las pruebes y elijas la que te haga sentir más cómoda.
Recuerda que tu cuerpo ya no es el mismo de antes y para moverte debes tomarlo en cuenta, sino, es posible que tires todo a tu paso o que choques con todo y con todos. Para evitarlo, puedes poner tus brazos frente a tu pancita como si la abrazaras y medir el espacio que necesitas para pasar. Al inicio te costará trabajo, pero poco a poco te irás acostumbrando.
Parte de estar embarazada es descubrir tú misma cómo lidiar con los cambios que sufrirá tu cuerpo, pero poniendo en práctica estos tips, no deberías de tener ningún problema. Sólo recuerda poner mucha atención a las señales de tu cuerpo y comunicarle a tu médico cualquier cosa que te preocupe.
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