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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #embarazo, #salud, #cuidados
¿Sabías que aproximadamente el 40% de las embarazadas pueden llegar a sufrir de hemorroides durante su gestación? Por eso es muy importante que sepas todo sobre ellas. Así que, si pensabas que no eran normales, es momento de cambiar de idea, pues son mucho más comunes de lo que crees.
Lo primero que debes saber es que existen dos tipos: las internas que son las más recurrentes en las embarazadas y su característica principal es que se presentan justo donde comienza el recto; y las externas que son las más molestas y aparecen fuera del recto y pueden llegar a obstaculizar tus actividades cotidianas.
Las principales causas de este padecimiento están relacionadas con el aumento de presión en el recto o debido al estreñimiento, ya que esto produce que las venas y arterias de esta zona del cuerpo se inflamen provocando las temidas hemorroides.
En el caso de las hemorroides internas, el síntoma más evidente es el sangrado de color rojo intenso visible después de hacer del baño. En cuanto a las externas, los síntomas son prurito, quemazón y dolor en la zona afectada. A menudo se hace difícil no sólo sentarse, sino caminar, cambiar de posición o encontrar la postura adecuada para dormir.
Y aunque son fáciles de identificar, no te anticipes y consulta a tu médico ante cualquier molestia relacionada con esta zona de tu cuerpo. El doctor será quien te diagnostique de mejor manera de acuerdo con las características de tus síntomas.
El tratamiento para las hemorroides abarca distintos fármacos. Incluso se puede necesitar una intervención quirúrgica en los casos graves, pero durante el embarazo ya sabemos que, cuantos menos medicamentos, mejor (y menos, pasar por quirófano). Consulta siempre al ginecólogo si las hemorroides son muy dolorosas. En algunos casos pueden recomendar medicación tópica o supositorios que no supongan un riesgo para tu pequeñ@.
Sin embargo, hay ciertos alivios naturales para las hemorroides que te pueden funcionar. Los baños de asiento con agua templada (si está muy fría o muy caliente se empeoran los síntomas) son bastante eficaces para aliviar el dolor de forma momentánea. Hay personas a las que les va bien el frío, por ejemplo, aplicándose hielo, pero recuerda no hacerlo nunca directamente sino envolviendo el hielo en un trapo. A otras, les irá mejor el agua más caliente. Si es la primera vez que las padeces, puedes alternar distintas temperaturas para comprobar cuál te resulta mejor.
Afortunadamente, las hemorroides pueden prevenirse y no requiere de mucho esfuerzo lograrlo, sólo siguiendo estos consejos:
No te preocupes, las hemorroides no representan un riesgo para tu bebé, pero debes de informarle a tu médico para que te brinde un tratamiento para combatirlas. Como para cualquier síntoma o enfermedad, es súper importante que informes a tu doctor con tiempo para poder eliminar este padecimiento lo más pronto posible y con las menores molestias.
Ahora que ya sabes de qué se tratan, no tienes por qué tenerles miedo, sino procurar seguir estos consejos para evitarlas. Y si ya las padeces, pon en práctica los tips para aliviarlas, así como seguir al pie de la letra las indicaciones de tu médico.
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